miércoles, 28 de febrero de 2018

Translúcido

La amenaza de la violencia
con certeza
como una aureola sobre mí.
Sin nada que yo pueda cumplir,
me quemo los pies
pasando por encima de las promesas no dichas,
aquellas que eran implícitas.
El líquido en la botella tiembla
como si supiera su alcohol
quién soy yo.
Como si existiera más allá de la duda.
La amenaza del Estado de Bienestar,
es decir, verlo desde fuera
como una cúpula translúcida impenetrable,
con la cara sucia,
con el pelo lleno de polvo,
una telaraña olvidada de persona
que autonaufraga en la tierra firme
de las decisiones que nunca mantiene.
Punto de consecuencia cero
cuando ya te da igual perderlo todo,
aunque sea nominalmente.
Me pregunto cómo convertirme en burocracia
y en obsolescencia,
cómo dejarme morir
sin la esperanza de renacer
bañada en vuestra luz,
lavada de vuestros pecados.
¿Cómo me absolveré de los míos
si no confío en sus manos
más que para una lapidación que nunca llega?
Chamán de la ausencia,
caníbal de mi propia felicidad,
vivo atravesada directamente por el esternón
por un puñal de coral
que me inunda de agua de mar,
me hace toser agua de mar,
me hace llorar agua de mar,
flotando entre miles de normalizaciones transversales
viajando entre capas de teoría
que me despojan de mi humanidad
para convertirme en un animal mitológico para neurotípicos,
para que ellos experimenten también por un segundo
la sinestesia del género,
como una epifanía que mana de un errar
que nadie quiere subsanar ya,
un nacimiento oculto
al servicio de mercenarios del liberalismo ideológico,
proxenetas del pensamiento sagrado,
existo más allá de de vuestra opinión de papel estandarizado,
más allá de vuestros manuales de estadística.
Sólo soy una concha vacía con las púas en todas direcciones,
dentro de mí llora el mar.

No hay propósito,
no quiero una explicación inteligente.
Sólo quiero esa tierna anonimidad
de la norma y la tradición quebrada.

Hábitat para trans-sin-fonía

hábitat,
y entonces caídas, claro,
encontrarnos con otra gente
fuera   fuera
de los márgenes de lo que es justo.
Amar, me pregunto,
¿es amar sin conocer?
precisamente,
¿es amar el agua de riego?
¿Es amar el vernos crecer
así como despacio,
como sin querer?
¿Cómo dejamos de sufrir?
hábitat,
vallas sociales,
me callo, escucho,
se encuentran elles,
me encuentro yo, con elles,
nos encontramos y crecemos,
nos conocemos así como despacio
como sin querer.
hábitat bus,
banda sonora de la longitud
el foro queda aún muy lejos,
la huida     la noche
el significante de los 48 asientos vacíos
yo significando sin entender
esperando
y entonces en caída
llego y llago la tierra con mis pasos
hiero la puerta con mis manos
y recuerdo       y olvido
y juego a ser un ser vivo en intimidad,
sin tener que corroborar que existo.
Hábitat dueña
dueña de mi ropa
dueña de mi cuarto
de mis libros, de mis discos
          de mi portátil,
¿de mis emociones?¿de mis ilusiones?
Ilusa más hábitat del sueño
hábitat de la negación
historia   rumores   murmuración
un señuelo   un escondite permanente,
dueña sí de haberme estado callando.
hábitat cercanías
el tacto   nacen amapolas
no deseo cortarlas
deseo ocultarme tras nombres ilustres,
hacer que ellos sientan por mí.
Este filósofo borracho obsesivo da
este beso
por           mí
esta caricia la siente esta feminista publicada
no   yo     no       no         no           no
sentir existir
no huir   no controlar
estar aquí       conocernos
no huir     temblar
sin saber   no saber
incertidumbre.
hábitat cercanías te conozco la cara,
te he estado siguiendo
para que no pudieras alcanzarme
y me engaño      me engaño
pensando que fue otro quien sufrió,
quien amó,         quien aprendió.
Y aún así     aún así
no soy tan fuerte.
hábitat locura
familia     identidad     amistades     orientación
éxito académico     ideología     literatura
pompas  de jabón   piroclastos   té de jazmín
toda locura me enhebra y me atraviesa
va conmigo   es transversal   transparente
transinfónica
oniria muda
gritar   gritar   gritar
sola abandonada en vela muda
en pie muda
amando muda
odiando cuerpos muda
teoría de cuerdas hábitat locura.
hábitat
cruzar
entrelazar las manos
caídas claro,
encontrarnos con otra gente
y sin conocernos
une en otre
ir creciendo.

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Nos teniéndonos entonces, ¿por qué                     el miedo?


y poco a poco los ojos que se                                lloran sobre
manos que tapan ojos que se lloran                        para dejar
hablar a unos sentimientos que                                no saben
de palabras reprimidos por                         convencionalidades creídas
a ciegas sin planteamiento real de lo                     que significa
                                                                                 un cambio
y claro,
nos lloramos,
aún nos teniéndonos,
aún nos no yéndonos, aún nos no abandonándonos,
nos quedémonos aquí.
Huir quietas, llorar de quietud en la quietud
romper     romper     romper     nos rompemos
nos rompiéndonos a la vez
cada una por su lado
de la mano cruzando los dedos
miseria nos mundo nuestro nos miseria
se nos nos pierde     nos perderiábamos,
nos reconstuiríamos entonces
sabiendo ahora su nombre nos miedos,
reconstruiiríamos con nos ellos
nos dentro nos nosotras,
un espacio único nos donde libertadarnos
nos aplicadarnos el tratamiento del sí.


Reír
Llorar
Entender
Ansiedar
Abrazar
Comer
Dormidar
Nos besadar    nos acariciar nos acabadar


  Voces infames para ellos
       nos viviseccionar


Aumentadar cada nos ciclo sin fingir.
Revivir cada nos mañana   nos   nos   nos   nosotras,
matrioshka de espacios nos protegedarnos      nos quererreirnos
nos querellorarnos


Todo para nos por y a pesar del nombre del miedo
consabido ello
entonces nos tocarnos nos caras, nos manos,
nos labios,
nos ser real una en otra de verdad.